Billy Collins: Pureza

Hoy le toca el turno a Billy Collins, laureado poeta americano, y en general tipo simpático y con sentido del humor, una característica que sin duda cabe valorar en cualquier poeta. Porque poetas buenos hay bastantes, pero poetas graciosos y divertidos… más bien pocos. La poesía no parece prestarse demasiado a la comedia, como si fuera imposible expresar la sordidez de la condición humana a través de algo que no sean metáforas sombrías y canciones desesperadas. Billy Collins es diferente: en realidad no es más optimista que los otros- al contrario, en ocasiones es terriblemente cruel- pero es capaz de insuflarle a los temas más oscuros una levedad nada sencilla, nacida de una observación irónica y en ocasiones dolorosa.

¿Cómo consigue escribir tan bien? La verdad es que no lo sé. Su poema «Pureza» (Purity) habla sobre escribir poesía. Esta es mi traducción. No es el mejor de sus poemas, ni el mejor de mis traducciones, pero ay, lo mejor me lo reservo para el día en que alguien lea este blog, sí.

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Pureza

Mi momento preferido para escribir es a fin de tarde,
entre semana, preferiblemente miércoles.
Así es como lo hago:
llevo una tetera fresca a mi estudio y cierro la puerta.
Entonces me quito la ropa y la dejo en un montón
como si me hubiera derretido y mi legado sólo consistiera
en una camisa blanca, un par de pantalones y una tetera fría.

Me quito la piel y la cuelgo en la silla.
La deslizo por mis huesos como en una prenda de seda.
Hago esto para poder escribir algo puro,
totalmente limpio de todo lo carnal
liberado de las preocupaciones del cuerpo.

Finalmente me quito todos los órganos y los ordeno
en una pequeña mesa junto a la ventana.
No quiero oír sus ritmos ancestrales
mientras intento componer mi propio son de tambores.

Ahora me siento en la mesa, listo para empezar.
Totalmente puro: nada salvo un esqueleto frente a una máquina de escribir.

Debo mencionar que a veces me dejo puesto el pene.
Es difícil ignorar la tentación.
Entonces soy un esqueleto con pene frente a una máquina de escribir.

En esta condición escribo poemas de amor extraordinarios,
la mayoría explotan la conexión entre el amor y la muerte.

Soy la concentración misma: existo en un universo
donde no hay sino sexo, muerte y mecanografía.

Tras un hechizo me quito también el pene.
Entonces soy un cráneo y huesos escribiendo hacia la tarde.
Sólo el esencial absoluto, sin volantes.
Ahora escribo sobre la muerte, el más clásico de los temas
en un lenguaje ligero como el aire entre mis costillas.

Después, me recompenso conduciendo hacia el ponente.
Repongo mis órganos y me deslizo a mi piel
y mi ropa. Entonces saco el coche del garaje
y acelero a través de bosques por sinuosas carreteras rurales,
pasando junto a paredes de piedra, granjas y estanques helados
todo perfectamente ordenado como las palabras de un famoso soneto.

Comments
3 Responses to “Billy Collins: Pureza”
  1. mercè dice:

    CREO QUE PODRÍAS PUBLICAR UN LIBRO CON TODAS LAS TRADUCCIONES DE SUS POEMAS, LO HAS MIRADO? PETONS

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